Vamos a jugar una pichanguita. Hace calor. Hay tres equipos, asi es mejor porque puedo recuperarme si perdemos mientras los otros van jugando. Pregunto para que equipo soy... parece que no me escogieron, fui el último que quedé.
Empieza la pichanguita y entusiasmado por el juego corro tras la pelota acompañando la jugada para hacer el uno-dos como esos tiempos cuando me quedaba hasta las 12 de la media noche jugando y mi viejita me recibía con palo en mi casa, tiempos en que tenía un pique tremendo, un dribling endiablado, un amague tipo maradona, mis proyecciones por la banda derecha, el toque corto, etc... pero ya pasaron 15 minutos y no he tocado la pelota, es más, estoy sin aire. En eso me tiran un pase en profundidad, sólo tenia que correr unos 10 metros, mientras que me decido a correr pienso que le voy a demostrar a estos cojos que la clase nunca muere; asi me quede sin aire tengo que llegar a la pelota y meter un taponazo tipo Roberto Carlos diestro. Cuando estoy corriendo siento que mis piernas pesan 50 kilos cada una y me desplomo en camara lenta, como pidiendo permiso para caerme, como resistiendome a creer lo que me estaba pasando, no entendía :S esto nunca me había pasado. Estaba en el piso tirado escuchando la burlas del equipo contrario y el de mi equipo también. Lo peor de todo es que no puedo culpar a nadie de que me cometió foul porque estaba solo en la jugada...
Entonces me doy cuenta que hay que dosificar el aire, ya no quiero ser como Maradona, ahora quiero ser como Valderrama, solo voy a trotar, caminar; pero a la vez pensando que voy hacer con el balón antes que me llegue, adelantandome a la jugada. Llega de nuevo otra oportunidad, a pesar de la caida mis compañeros me siguen dando la pelota, no sé si porque aún confían en mi o porque quieren otra caida para seguir riendose. Paro la pelota con regular destreza, giro,
miro a quien de mis delanteros voy a pasar la pelota, tiene que ser un pase magistral, un pase sólo para que la toque y se haga famoso. Por fin, veo a uno
tratandose de desmarcar, le voy a dar el pase justo a un par de metros delante de él y unos metros antes del arco para que le gane la espalda al defensa y
sólo tenga q empujar el balón, si no la hace tiene dos pies izquierdos; entonces lanzo el balón con el estilo que ya me conocen o me conocían y el balón sale en una dirección completamente diferente a la que pensé...
Por lo menos esta vez no hubo burlas hacia mi, sólo que ahora veo que ya estan comenzando a dudar de mis cualidades primero como delantero, ahora como volante armador. En eso mis compañeros de equipo hacen una jugada de pared dentro del área y se abre el marcado a nuestro favor, vamos 1-0. Bueno me digo, creo que mejor me voy abajo, el defensa no corre mucho y vamos ganando 1-0, asi que hay que asegurar el partido. Anuncio a mis compañeros que voy a ir abajo y no escucho reproches, lo digo de nuevo por si alguien quiere que siga arriba en la labor creativa del equipo, pero me contestan está bien chino anda abajo,
- revienta toda las pelotas, me dicen,
- no va a pasar nadie!!!, o pasa el jugador o la pelota, pero los dos juntos no, les digo con seguridad.
En esos momentos ya no puedo ni caminar asi que lo único que me queda es estorbar a los delanteros, o servir de un palo más en el medio del arco al arquero y reducir la probabilidad de que nos metan gol. Ya va terminar el partido, pregunto al arquero si vamos a descansar antes de jugar con el segundo equipo porque ya no sentimos seguro de ganar, me dice que no, que es al instante el otro partido. Veo si alguien me puede reemplazar para el segundo encuentro, aunque si juegan sin mi ni cuenta se darían...
Viene saque de meta, el arquero me pasa el balón y me pregunto por dentro, porqué me la paso a mi!, con ese calor de 30º siento que me falta oxigeno y se me seca la garganta, hago que voy a reventar la pelota y amago como siempre lo hice, esta jugada nunca me fallaba, hasta ese día. El delantero me roba la pelota se lo lleva al arquero y mete gol...
Todas las miradas de mi equipo estaban puestas en mi, yo estaba tirado de nuevo con el sol dandome en la cara. Ahora ya no habia burlas, ni desconfianza, ahora ya no notaba cierto disgusto y colera con mi participacion en el equipo.
Termina el tiempo y hay que lanzar una moneda para ver quien juega con el otro equipo. Para mi suerte perdimos...
En el descanso le digo que la jugada fue al propósito para descansar pero parecen que me quieren apanar.
- Deja la juerga!, y juega más seguido Pachalía!, me contestan.
Razón no les faltaba, pero les contesto que en menos de un mes entrenado va regresar de nuevo las jugadas a los que le tenía acostumbrado. Ahora dudo de esas frases: "que la calidad siempre queda", "que la clase no muere".
Antes de jugar otra pichanga me voy a preparar corriendo por lo menos una semana antes. Read More!
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